Reducir los niveles de grasa en la sangre, aliviar la presión arterial alta.
Aumentar la sensibilidad de las células a la insulina.
Aumentar la capacidad de las células para utilizar la glucosa.
Estabilizar el azúcar en la sangre.
Reducir el estrés oxidativo, reducir la inflamación, combatir la fibrosis renal.
Regular el sistema inmunitario, prevenir complicaciones de la diabetes.
Disminuir de los niveles de glucosa en la sangre.
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Limitar la absorción de glucosa en la sangre.